lunes, 10 de febrero de 2014

Crónica de nuestra primera cata

Cata de vinos AD LIBITUM
El pasado sábado hicimos nuestra primera cata de vinos.  El grupo lo formaban 10 personas, que creo que es el número ideal para poder estar comodamente, ya que el espacio es un tanto reducido.
Como os comentaba en la anterior entrada, contábamos con la asistencia de Alejandro Gómez, de la Bodega Juan Carlos Sancha, que nos hizo una interesante presentación de la bodega, su ubicación, en el valle de Najerilla (Rioja Alta), y  sus características, 5,5 Ha. de viñedo plantado en parcelas muy pequeñas y con alta densidad de plantación (5.000 cepas/ha) en suelos pobres, poco profundos y calizos, que obligan a la vid a reducir su vigor y su producción de uva, mejorando de esta manera su calidad.  A destacar también que los vinos que producen son ecológicos.

Nos habló también sobre la estupenda labor que lleva a cabo su propietario, Juan Carlos Sancha, en la recuperación, tras un largo proceso de investigación, de variedades autóctonas minoritarias que estaban en peligro de extinción. En sus viñedos hay actualmente 27 de estas variedades, además de Garnachas viejas,con  nada menos que  96 años de antigüedad.

Después comenzamos la cata con un vino Ad Líbitum Tempranillo blanco, maridado con canapé de tomate cherry y anchoas sobre pan de olivas con aceite de pebrella.

Continuamos por el Ad Líbitum Maturana, acompañado con canapés de Pastel de Morcilla sobre pan de avellanas, higos y pasas. La uva Maturana se cultivaba desde la antigüedad, aunque de forma minoritaria, y estaba prácticamente extinguida. Forma parte del proyecto de recuperación llevado a cabo por Juan Carlos.  Sus uvas poseen una elevada acidez, una gran intensidad de color y una importante estructura tánica.

Seguimos con Prístino, un exquisito "vino de autor", de las variedades Garnacha y Maturana Tinta, que maridamos con queso curado de Oveja Peña Gorda, de la quesería Alimentos de Miraflores, y con unos pimientos cherry rellenos de queso de cabra de la marca Rosara.
Continuamos con Ad Líbitum Monastel de Rioja, otro exquisito vino del cual se han producido únicamente 600 botellas este año, y que es la primera vez en la historia que se comercializa un monovarietal de esta uva.  Esta vez lo maridamos con canapé de paté de boletus y trufa, también sobre pan de avellanas, higos y pasas.  Fue uno de los maridajes que más gustó, ya que el vino y el boletus se complementaban a las mil maravillas.

Para finalizar, Alejandro nos tenía reservada una pequeña sorpresa: un delicioso"vino dulce supurao" de la Rioja, OJUEL, de uvas pasificadas, que maridamos con un riquísimo bizcocho de chocolate negro que, al igual que los panes utilizados en la cata, elabora mi vecina de tienda, de EL DULCE CAPRICHO.

Quiero dar las gracias a Alejandro, que nos hizo pasar una tarde muy agradable.
Aplausos para Alejandro
 
Yo he quedado muy satisfecha del resultado de esta primera cata, y creo que el grupo también lo pasó bien.  Espero poder repetir en breve la experiencia!!!


1 comentario:

  1. Muchísimas gracias Paloma y Juan Antonio por prestarnos vuestra coqueta tienda durante unas horas para difundir desde este espacio la cultura riojana, a través de su mejor embajador, el vino DOCa Rioja, en sus múltiples tipologías: tintos, blancos y hasta un Vino Naturalmente Dulce tradicional, como es el Supurao que hace Miguel Martínez en Sojuela.

    Gracias por confiar en el trabajo de Juan Carlos, poniendo al alcance de cuantos visitan Planeta Colometa sus vinos humildes y distintos.
    Los maridajes estuvieron totalmente a la altura, con las mejores materias primas elaboradas por casas pequeñitas como La Abuela María y sus anchoas de Santoña sobadas a mano, o el queso de Miraflores.

    Fue una experiencia del todo positiva, espero que mucha más gente tenga oportunidad de comprobarlo por sí misma!


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